La declaración de los líderes mundiales de las siete naciones más industrializadas (G7) adoptada el 14 de junio contiene un mensaje dirigido a Rusia, que continúa con su invasión de Ucrania, y a China, que la apoya. El documento argumenta la legitimidad del uso de los activos congelados de Rusia para apoyar a Ucrania, al tiempo que responsabiliza a China de prolongar la guerra y anuncia su intención de responder con firmeza.

La declaración describe esta asistencia utilizando los activos rusos como "reparaciones" para Ucrania. Se afirma que la "obligación legal internacional de Rusia de pagar reparaciones por los daños causados a Ucrania como resultado de la invasión es clara", enfatizando su legitimidad. La declaración también afirma que "no es correcto que Rusia decida si y cuándo pagará reparaciones", insinuando que Ucrania y los países occidentales están en posición de decidir cuándo y cómo se pagarán las reparaciones.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló sobre el uso de los activos rusos: "El mensaje es que no serán los contribuyentes europeos, sino Putin (el presidente ruso) quien pagará por esta guerra de agresión". En medio de la creciente "fatiga de la asistencia" en Occidente, este mensaje parece tener como objetivo frenar las protestas de los ciudadanos que se oponen a la continuación de la asistencia.

Además, el G7 expresó su preocupación en la declaración por el hecho de que las sanciones impuestas para reducir la capacidad de Rusia de continuar la guerra, como la prohibición de las exportaciones de Rusia de bienes que podrían utilizarse en la fabricación de armas, se están "desactivando" debido a las acciones de China. La declaración señala que China está apoyando la industria de defensa de Rusia y advierte que esto tiene "graves consecuencias para la seguridad a gran escala". La preocupación es que los bienes clave que China y otros países envían a Rusia representan una "amenaza a largo plazo para la seguridad de Europa" (funcionario estadounidense de alto rango), no solo para Ucrania.

Además, la declaración menciona sanciones contra instituciones financieras chinas que apoyan la organización militar de Rusia. Un experto político europeo analizó: "El G7, a través de la declaración, ha advertido a China y otros países que, si cooperan con Rusia, también serán objeto de sanciones".

Por otro lado, la declaración señala la necesidad de un marco para el desarrollo y uso responsable de la inteligencia artificial (IA) en relación con su uso militar. Existe la preocupación de que China, que está intensificando la presión militar en el estrecho de Taiwán, acelere el desarrollo de sistemas de armas autónomas (LAWS) que utilizan IA. Si los LAWS se vuelven operativos, las decisiones sobre el uso de la fuerza se tomarían de forma inmediata, lo que podría exacerbar rápidamente los conflictos, por lo que se requiere una regulación temprana.