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Cumbre del G7 debate la liberación de activos rusos en busca de soluciones
- Idioma de escritura: Coreano
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País de referencia: Japón
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Durante la cumbre del G7 celebrada en Stresa, Italia, del 23 al 25 de mayo de 2024, se llevó a cabo un acalorado debate sobre la posibilidad de levantar la congelación de activos rusos relacionados con la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Los países miembros del G7 exploraron la posibilidad de utilizar los activos rusos congelados para la reconstrucción de Ucrania, pero no lograron llegar a un acuerdo sobre la forma específica de hacerlo.
La Unión Europea (UE) elaboró su propia propuesta de forma independiente justo antes de la reunión. Dado que los activos rusos congelados dentro de los países miembros de la UE representan dos tercios del total de activos congelados, la UE decidió centrarse en utilizar únicamente los ingresos generados por estos activos en lugar de los activos en sí mismos. Se estima que esta medida podría generar alrededor de 3.000 millones de euros (aproximadamente 5 billones de wones) al año.
Sin embargo, se estima que la reconstrucción de los daños causados por la invasión rusa en Ucrania requerirá 486.000 millones de dólares (aproximadamente 62 billones de wones) durante los próximos 10 años, por lo que los ingresos generados por los activos congelados son claramente insuficientes.
En respuesta a esto, Estados Unidos propuso la emisión de bonos u obtener préstamos utilizando los futuros intereses de los activos congelados como garantía. Dado que el monto total de los activos rusos congelados por Occidente asciende a 300.000 millones de dólares (aproximadamente 380 billones de wones), este método podría aumentar los fondos de apoyo a Ucrania hasta los 500.000 millones de dólares.
Sin embargo, la implementación de esta propuesta requeriría la congelación de los activos rusos durante un período prolongado, lo cual podría generar preocupaciones sobre posibles violaciones del derecho internacional, como la cuestión de la propiedad. Además, podría llevar a una disminución de las reservas de divisas en algunos países, lo que podría tener un impacto negativo en los flujos de capital internacionales.
En la declaración conjunta del G7, se expresó satisfacción por la decisión de la UE y se acordó continuar las conversaciones para poder presentar diversas opciones de apoyo a Ucrania en la cumbre del G7 prevista para junio. Se espera que, finalmente, se adopte la propuesta de la UE como base o se llegue a una solución de compromiso entre las propuestas de la UE y Estados Unidos. En cualquier caso, dado que el volumen de activos rusos congelados por Japón no es muy grande, se prevé que el papel de Japón en estas discusiones sea mínimo.
Por otro lado, Rusia sufrió fuertes sanciones económicas tras la invasión de Ucrania, lo que dio lugar a la aplicación de fuertes medidas de congelación de activos. Según el gobierno japonés, los activos en yenes del Banco Central de Rusia en Japón, por un valor aproximado de 3,8 billones de wones, se encuentran congelados.
Los activos congelados están sujetos a restricciones en cuanto a su disposición por parte del Banco Central de Rusia, lo que impide su uso o retirada del mercado. Esta es una medida de sanción económica por parte de la comunidad internacional destinada a impedir que Rusia obtenga los fondos necesarios para la invasión de Ucrania.
Ante la fuerte depreciación del rublo ruso debido a las sanciones, el Banco Central de Rusia ha tomado medidas para defender su moneda, incluyendo un fuerte aumento de los tipos de interés del 9,5% al 20%. También ha implementado medidas drásticas como la obligatoriedad de la venta de divisas por parte de las empresas exportadoras. Sin embargo, los expertos consideran que el impacto de las sanciones es significativo.
Mientras la economía rusa sufre un duro golpe debido a las sanciones económicas, se espera que la comunidad internacional continúe apoyando la reconstrucción de Ucrania. La reconstrucción de Ucrania no debe limitarse a la reparación de edificios e infraestructuras dañados, sino que debe considerarse como una inversión a largo plazo en el futuro, incluyendo la transición a la energía verde, la innovación digital y el desarrollo de una economía inclusiva.
Aunque la cumbre del G7 no ha logrado establecer un plan completo para apoyar la reconstrucción de Ucrania, se espera que la comunidad internacional siga buscando soluciones y uniendo fuerzas. Esto servirá como un sólido trampolín para poner fin a la invasión ilegal de Rusia y construir un mundo pacífico.