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Descubrimiento de un efecto inhibidor del cáncer por la interacción de la vitamina D y las bacterias intestinales
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Texto resumido por la IA durumis
- Se ha publicado un estudio que demuestra que la vitamina D intestinal tiene el efecto de estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas específicas, lo que aumenta la actividad de las células inmunitarias y fortalece su capacidad de atacar las células cancerosas.
- Este estudio respalda la idea de que los niveles sanguíneos altos de vitamina D se asocian con una mayor tasa de supervivencia al cáncer y una mejor respuesta a la inmunoterapia, lo que destaca la importancia de la vitamina D.
- Sin embargo, todavía es demasiado pronto para aplicar los resultados de los experimentos con ratones directamente a los humanos, y se necesitan más estudios sobre el mecanismo de inhibición del cáncer de la vitamina D.
El sistema inmunitario es el mayor aliado del cuerpo en la supresión del cáncer, pero ciertos factores pueden estimular adecuadamente el sistema inmunitario para mejorar su capacidad de suprimir el cáncer. Según un estudio publicado en la revista científica 'Science' del 25 de abril, la vitamina D presente en el tejido intestinal promueve el crecimiento de ciertas bacterias intestinales beneficiosas, lo que estimula los linfocitos T y aumenta su capacidad de atacar las células cancerosas.
El Dr. Caetano Reis e Sousa, inmunólogo del Instituto Francis Crick y autor principal del estudio, dijo que se necesitan más investigaciones para determinar si el mismo mecanismo se aplica en el cuerpo humano, pero agregó que los resultados de este estudio merecen ser explorados a fondo.
"La vitamina D tiene un mecanismo de acción complejo, ya que afecta la actividad de cientos de genes. Sin embargo, tras analizar varios datos, encontramos que los pacientes con niveles sanguíneos altos de vitamina D tienen una mayor tasa de supervivencia para varios tipos de cáncer y responden mejor a la inmunoterapia".
El Dr. Reis e Sousa mencionó datos de registros de salud de Dinamarca y explicó que las personas con deficiencia de vitamina D tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer en los próximos diez años que las personas sin deficiencia. Sin embargo, señaló que el riesgo real podría ser mayor porque algunos de los incluidos en el estudio habían reconocido su deficiencia de vitamina D y habían comenzado a tomar suplementos.
El Dr. Karsten Kalverberg, bioquímico de la Academia Polaca de Ciencias, calificó este estudio como valioso, ya que vuelve a poner de manifiesto la importancia de la ingesta de vitamina D a través de la luz solar o la dieta. Sin embargo, advirtió que no es recomendable aplicar apresuradamente los resultados de los experimentos con ratones a los humanos, ya que los ratones y los humanos han seguido caminos evolutivos separados durante 75 millones de años.
El Dr. Kalverberg ha estado estudiando el papel de la vitamina D durante mucho tiempo, pero no participó directamente en este estudio. Aunque no se puede afirmar categóricamente que los resultados de los experimentos con ratones se apliquen a los humanos, enfatizó la necesidad de una mayor investigación sobre el mecanismo de supresión del cáncer de la vitamina D.
Los expertos aún no saben cómo la vitamina D altera la composición de la microbiota intestinal y cómo esto afecta a la actividad del sistema inmunitario. Sin embargo, los resultados de este estudio muestran una interacción sorprendente entre la vitamina D y la microbiota intestinal, lo que genera expectativas sobre el papel que podría desempeñar la vitamina D en la prevención y el tratamiento del cáncer.
Por otra parte, el equipo de investigación también ha sugerido una cantidad eficaz de vitamina D. Se recomienda mantener una concentración sanguínea de vitamina D de al menos 20 ng/ml para mejorar los efectos de prevención del cáncer. Para ello, se ha determinado que una ingesta diaria de 600-800 UI (15-20 mcg) de vitamina D es el nivel adecuado.